Cielo Rojo

• Autor: David Lozano Garbala
• ISBN: 978-84-6755-0931
• Ediciones SM
• Año: 2011
• 480 págs.
• Libro autoconclusivo.
• Precio: 9.95€

Nikolai y Ekaterina se marchan de Ucrania con sus padres. Sin embargo, Dimitri se queda en el país. Antes de despedirse, se reparten una matrioska con la promesa de volver a juntarla antes de diez años, o de lo contrario una maldición caerá sobre ellos...

La verdad, no recuerdo por qué quería leer este libro. El autor no es de mis favoritos (ni siquiera me gusta cómo escribe), la sinopsis no desvela nada especialmente interesante y la portada es horrenda. De verdad no se que vi en él, pero la cuestión es que llevaba cerca de dos años esperando a que lo leyera, y creo que ya le tocaba.

Cielo rojo nos trae una historia ficticia asentada sobre una base realista: la tragedia de Chernóbil. A la que se le añade un ingrediente sobrenatural protagonizado por un monstruo que siembra la muerte a su paso.

El inicio es bastante desordenado, tan pronto te habla del monstruo como te presentan al trío protagonista, o de repente cambia a un soldado que huye y acabas viendo cómo un periodista está espiando a otro hombre. Son ideas muy dispares que se suceden sin ningún orden. En mi opinión, es necesario que el libro esté dividido en más capítulos en lugar de ir saltando de un párrafo a otro, cuando hay diferentes ideas y situaciones lo mejor es separarlas bien a la hora de escribir.

La mitad del tiempo me sentía como en una guía turística sobre Chernóvil porque la mayoría de conversaciones acababan hablando sobre el desastre. La historia en general está bastante politizada y es una crítica constante al gobierno ruso, un tema que no me interesa en absoluto... Todo ello me amargó la lectura.

El protagonista es demasiado metidabundo, le da mil vueltas a todo y luego la mitad de la veces no se atreve a actuar. Le ciega el idealismo y la falta de madurez. Además, no soy muy fan de los nombres rusos, así que me costaba un poco situarme cuando me hablaban de una u otra persona.

El libro es muy lento y predecible, por eso me costó mucho terminarlo. El autor se enrolla páginas y páginas, estirando el chicle hasta límites insospechados, y todo para contar un "misterio" que se veía venir a la legua. El final es lo único que me gustó gracias a su toque emotivo, pero no logra salvar una lectura que, para mí, ha sido totalmente innecesaria.

Saludos ;)