- Autor: Marie Rutkoski
- ISBN: 978-84-1662-0432
- Editorial Plataforma Neo
- Año: 2016
- 392 págs.
- El Ganador #2
- Precio: 16.90€
La boda de un miembro de la realeza es el sueño para muchas chicas. Implica celebraciones, bailes, fuegos artificiales y diversión hasta el amanecer. Pero para Kestrel significa vivir en una jaula en la que ella misma se ha metido. A medida que se aproxima la fecha de boda, anhela contarle a Arin la verdad sobre su compromiso: que accedió a casarse con el príncipe heredero para que él pudiera ser libre. Si la descubren, su país la considerará por traidora. Sin embargo, debe encontrar el modo de cambiar su despiadado mundo y, en el proceso, está a punto de descubrir un espeluznante secreto.
¿Soy la única que llama a la protagonista Krestel? Me he dado cuenta de que, de forma inconsciente, cambio la R de lugar porque el nombre original me resulta incómodo de pronunciar. Así que pido disculpas si en algún momento lo veis mal escrito.
Desde el principio se palpa la tensión entre Arin y Krestel. Un "tira y afloja" llevado al extremo, donde ambos hacen todo lo posible por negar su amor por un bien mayor, pero al final no pueden evitar preocuparse el uno por el otro. Cada encuentro entre los protagonistas es como saborear un caramelo delicioso, repleto de metáforas y comparaciones entre objetos y sentimientos, emociones y situaciones, y algunas son realmente poéticas. Por desgracia, estos encuentros son tan escasos y breves que después te sientes como un niño al que han quitado su juguete favorito. Los capítulos de Kestrel eran los más interesantes gracias a ese juego de espionaje y los mil enredos en los que se mete para conseguir información. En cambio, los de Arin se volvieron más deprimentes e insulsos, siempre atormentado por la culpa y los remordimientos, y esto afectó negativamente a mi forma de ver al personaje. ¡Aún así los sigo adorando a los dos!
Sin embargo, como suele ocurrir con las segundas partes, y por desgracia El crimen del ganador tampoco se libra, la autora tiene una buena idea para continuar con la trama, pero no es suficiente para sostener un libro de 400 páginas. Por tanto, ha tenido que inventar una subtrama que se desarrolla en la zona oriental y, dependiendo del capítulo, me interesaba poco o nada. Cuando pasas de la mitad del libro, notas que los capítulos reflexivo-filosóficos (o de relleno), son cada vez mas abundantes, esto ralentizó mi lectura e incluso fue aburrida en algunos momentos. Además, aunque entiendo que nadie es perfecto y que es imposible que no haya alguna errata en el libro, han sido bastante abundantes. Cada nueva errata que localizaba hacía que rechinara los dientes. ¿No pueden ponen atención al leer el borrador antes de meterlo en la imprenta?
Desde el principio se palpa la tensión entre Arin y Krestel. Un "tira y afloja" llevado al extremo, donde ambos hacen todo lo posible por negar su amor por un bien mayor, pero al final no pueden evitar preocuparse el uno por el otro. Cada encuentro entre los protagonistas es como saborear un caramelo delicioso, repleto de metáforas y comparaciones entre objetos y sentimientos, emociones y situaciones, y algunas son realmente poéticas. Por desgracia, estos encuentros son tan escasos y breves que después te sientes como un niño al que han quitado su juguete favorito. Los capítulos de Kestrel eran los más interesantes gracias a ese juego de espionaje y los mil enredos en los que se mete para conseguir información. En cambio, los de Arin se volvieron más deprimentes e insulsos, siempre atormentado por la culpa y los remordimientos, y esto afectó negativamente a mi forma de ver al personaje. ¡Aún así los sigo adorando a los dos!
Sin embargo, como suele ocurrir con las segundas partes, y por desgracia El crimen del ganador tampoco se libra, la autora tiene una buena idea para continuar con la trama, pero no es suficiente para sostener un libro de 400 páginas. Por tanto, ha tenido que inventar una subtrama que se desarrolla en la zona oriental y, dependiendo del capítulo, me interesaba poco o nada. Cuando pasas de la mitad del libro, notas que los capítulos reflexivo-filosóficos (o de relleno), son cada vez mas abundantes, esto ralentizó mi lectura e incluso fue aburrida en algunos momentos. Además, aunque entiendo que nadie es perfecto y que es imposible que no haya alguna errata en el libro, han sido bastante abundantes. Cada nueva errata que localizaba hacía que rechinara los dientes. ¿No pueden ponen atención al leer el borrador antes de meterlo en la imprenta?
Las últimas 50 páginas son oro puro. En ese momento mi lectura fue frenética porque tenía poco tiempo para terminar el capítulo y no estaba dispuesta a dejarlo a medias, mejor dicho, no podía permitirme dejarlo a medias y quedarme con la intriga. A pesar de que El crimen del ganador flojea en su mitad, por suerte el final es tan sorprendente que me ha dejado con muchísimas ganas de empezar El beso del ganador, el último libro de la trilogía.
Saludos ;)
1 comentario:
Hola.
A mi me gustó mucho y no sé porqué pero no me di cuenta de las erratas, y mira que soy de verlas al momento, lo que si es que el tercero me gustó mucho más que este, hay más acción y la trama avanza más.
Muchos besos.
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