Año: 2006
Duración: 98 minutos
País: Japón
Productora: Madhouse, Selecta Visión
Director: Mamoru Hosoda
Guión: Satoko Okudera
Género: Animación, Ciencia ficción, Romance
El tiempo del instituto es uno de los más entrañables durante la adolescencia. Para la joven Makoto es realmente importante pasarlo bien tanto tiempo como pueda porque al año siguiente quizás no continúe los estudios. Pero un día, Makoto recibe un peculiar don: la capacidad de ir hacia atrás en el tiempo. Makoto usará esta habilidad para evadir los problemas y disfrutar con sus amigos todo el tiempo que desee.
Trailer
Primera película que fui a ver en pantalla grande gracias a Selecta Visión. Recuerdo que muy poquitos cines la proyectaban, así que mis amigas y yo tuvimos que adentrarnos en barrios desconocidos de Madrid para poder verla. Fue una experiencia muy divertida jajaja El pobre taquillero no daba a basto con tanta gente. Todos eramos chavales de instituto y ya podéis imaginar lo emocionados y gritones que estábamos. Habría sido más fácil si hubiéramos comprado las entradas por Internet, pero por entonces aún los cines no tenían esa opción. Con esto quiero decir que los fans de las películas japonesas siempre somos un público entregado que no nos importa comernos una hora de metro y luego hacer una cola inmensa para ver una película que merece la pena.
Ahora empecemos por el principio. Tenemos a Mokoto, una adolescente que sólo quiere divertirse y no piensa demasiado en el futuro. Su día a día es una sucesión de clases, partidos de beisbol, salidas con los amigos y muchas risas. Todo cambia cuando, por accidente, consigue la capacidad de saltar en el tiempo. En este momento, cuando Makoto viaja al pasado por primera vez, se muestran diferentes escenas hechas por ordenador que no me gustaron nada. Me parecieron fuera de lugar y sin sentido. En cambio, cuando viaja el resto de veces se muestra un reloj rodeado de números que sí tiene más sentido con la trama de la historia.
A partir de aquí la película tiene momentos muy divertidos donde veremos a Makoto aprender a saltar y elegir los momentos en los que mejor se lo ha pasado para revivirlos una y otra vez hasta cansarse. Como digo, al principio es divertida, pero hacia la mitad empieza a ser pesada y echas en falta algo más de sustancia en la historia.
En el momento en que las cosas empiezan a torcerse para Makoto, es cuando se pone interesante. Veremos cómo la prota, que para pasárselo bien se apunta a un bombardeo sin dudarlo, luego huye en los momentos serios como una niña egoísta incapaz de enfrentarse a la vida real.
Debo confesar que, en general, todos los personajes son bastante planos y no llegué a coger cariño a ninguno de los protagonistas. Tan sólo sentí un especial interés por la tía de Makoto. Esa mujer habla como si estuviera en su pompa y sólo dijera cosas sin sentido, y luego siempre las clava. ¡Un aplauso para esta mujer!
El dibujo de esta película pertenece a esa moda en la que los paisajes están muy bien perfilados, con unos colores preciosos, pero los personajes están hechos con trazos simples y pocos detalles. Es una forma de contrastar entre lo definido y lo fluido. Mis favoritos son los paisajes del cielo y las nubes, trasmiten gran calma y paz.
El doblajes es muy bueno, con voces muy conocidas. Por otro lado, la música es escasa y destaca poco. Es el único punto negativo que le veo a esta película.
Respecto al final, en este tipo de historias lo ideal es que sea el chico el que se declare, pero se habrían ahorrado muchos disgustos si Makoto hubiera dado el primer paso. En su lugar, tenemos un desenlace abierto, con más preguntas que respuestas. ¡Y qué cuesta hacer que se besen! Jugaron cruelmente con mi corazoncito durante los últimos minutos de la película.
Ahora empecemos por el principio. Tenemos a Mokoto, una adolescente que sólo quiere divertirse y no piensa demasiado en el futuro. Su día a día es una sucesión de clases, partidos de beisbol, salidas con los amigos y muchas risas. Todo cambia cuando, por accidente, consigue la capacidad de saltar en el tiempo. En este momento, cuando Makoto viaja al pasado por primera vez, se muestran diferentes escenas hechas por ordenador que no me gustaron nada. Me parecieron fuera de lugar y sin sentido. En cambio, cuando viaja el resto de veces se muestra un reloj rodeado de números que sí tiene más sentido con la trama de la historia.
A partir de aquí la película tiene momentos muy divertidos donde veremos a Makoto aprender a saltar y elegir los momentos en los que mejor se lo ha pasado para revivirlos una y otra vez hasta cansarse. Como digo, al principio es divertida, pero hacia la mitad empieza a ser pesada y echas en falta algo más de sustancia en la historia.
En el momento en que las cosas empiezan a torcerse para Makoto, es cuando se pone interesante. Veremos cómo la prota, que para pasárselo bien se apunta a un bombardeo sin dudarlo, luego huye en los momentos serios como una niña egoísta incapaz de enfrentarse a la vida real.
Debo confesar que, en general, todos los personajes son bastante planos y no llegué a coger cariño a ninguno de los protagonistas. Tan sólo sentí un especial interés por la tía de Makoto. Esa mujer habla como si estuviera en su pompa y sólo dijera cosas sin sentido, y luego siempre las clava. ¡Un aplauso para esta mujer!
El dibujo de esta película pertenece a esa moda en la que los paisajes están muy bien perfilados, con unos colores preciosos, pero los personajes están hechos con trazos simples y pocos detalles. Es una forma de contrastar entre lo definido y lo fluido. Mis favoritos son los paisajes del cielo y las nubes, trasmiten gran calma y paz.
El doblajes es muy bueno, con voces muy conocidas. Por otro lado, la música es escasa y destaca poco. Es el único punto negativo que le veo a esta película.
Respecto al final, en este tipo de historias lo ideal es que sea el chico el que se declare, pero se habrían ahorrado muchos disgustos si Makoto hubiera dado el primer paso. En su lugar, tenemos un desenlace abierto, con más preguntas que respuestas. ¡Y qué cuesta hacer que se besen! Jugaron cruelmente con mi corazoncito durante los últimos minutos de la película.
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Como dije, este final es perfecto para dar rienda suelta a nuestra imaginación. En lugar de ese "Te esperaré en el futuro", hubiese preferido que Makoto y Chiaki se quedaran juntos en el "presente". No sería algo descabellado porque ya vimos a lo largo de la película que Chiaki no tiene prisa por volver a casa. Sin embargo, tras su regreso al "futuro", quiero pensar que en algún momento ambos se reencuentran. Hubiera sido muy cruel decir "Te esperaré en el futuro" y que luego resulte que él vive 200 años después. No. Estoy convencida de que, si le dice eso, es porque sabe que volverán a verse y finalmente se besarán.
Saludos ;)
Saludos ;)
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