Veinte mil leguas de viaje submarino

 

• Autor: Julio Verne
• ISBN: 978-84-1508-9070
• Plutón Ediciones
• Año: 2016
• 528 págs.
• Precio: 8€

Publicada hacia 1870 cuenta las aventuras de tres náufragos recogidos por el barco sumergible Nautilus gobernado por el impasible, indescifrable y misterioso capitán Nemo. En su recorrido, asisten al maravilloso espectáculo que les ofrecen los paisajes de los fondos oceánicos e intervienen en numerosas aventuras, a cuál más apasionante.

Empecé este libro con muchas ganas debido al buen sabor de boca que me dejó La vuelta al mundo en 80 días, pero pronto me di cuenta de que había subestimado mi innata aversión por los barcos y, por similitud, también por los submarinos. Así que la lectura no fue tan amena y fluida como esperaba.

Desde el principio noté que el escritor se ha documentado a conciencia sobre el océano y el mar, así como toda clase de plantas, animales y minerales que lo pueblan. También todos los instrumentos y herramientas necesarios para navegar, medir latitud y longitud, la capacidad de aire, la velocidad de la travesía, la presión del agua... Con esto quiero decir que hay mucho vocabulario técnico y también recoge diversas explicaciones y teorías para deleite de los lectores que aprecien este tipo de temas. Por desgracia no fue mi caso. A mí me daba igual cuántos centímetros cúbicos de aire había en la habitación, o cuánta presión ejercía el agua a medida que el Nautilus se sumergía en las profundidades. Por tanto, dichas descripciones y explicaciones se me hacían pesadas y farragosas. En su lugar, estaba deseando que la narración se centrara más en la vida del Capitán Nemo y por qué había tomado la decisión de construir semejante submarino para vivir el resto de su vida surcando los océanos.

Pasadas las primeras 200 páginas empecé a ver alguna pincelada de las razones de Nemo para abandonar la vida en la tierra y encerrarse bajo el agua. Pero constantemente me asaltaban nuevas explicaciones de otros elementos relacionados con el mar o la navegación, y veía cómo la trama principal se dilataba una y otra vez. Seguí leyendo capítulo tras capítulo esperando con paciencia que se desvelara el misterioso pasado del Capitán. ¡Y nunca lo dicen! Resulta que esto se desvela en La isla misteriosa, otro libro de Julio Verne. Por supuesto, ante semejante tomadura de pelo, se me quitaron las ganas de leer nada de este hombre durante una larga temporada. Si alguien tiene interés en conocer la historia del Capitán Nemo, cuenta con su propia página en la Wikipedia.

En general, el ritmo de la lectura ha ido fluctuado bastante. Me gusta mucho cómo escribe el autor y su estilo a la hora de narrar las pequeñas aventuras: paseos por los bosques marinos, cacerías, encuentros con indígenas, tiburones... Pero literalmente la mitad de este libro son los análisis de cada planta, animal y herramienta que caen en manos del protagonista, y esos párrafos se me hacían muy cuesta arriba. Más tarde descubrí que a Verne le pagaban según el número de palabras que tenía el libro y entendí que añadiera tantas explicaciones.

Saludos ;)