- Autor: Margaret Atwood
- ISBN: 978-84-9838-8015
- Editorial Salamandra
- Año: 2012
- 416 págs.
- Precio: 19€
En la República de Gilead, las mujeres sólo sirven para procrear, tal como imponen las férreas normas establecidas por la dictadura puritana que domina el país. Si Defred se rebela o si no es capaz de concebir, le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a las Colonias, donde sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Así, el régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad sexual. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico parapetado tras el supuesto mandato de un dios todopoderoso, puede gobernar el pensamiento de una persona. Y mucho menos su deseo.
Hace mucho tiempo tenía pendiente este libro, pero la lista de espera de la biblioteca era de al menos un año. Mientras tanto, he visto la primera temporada de la serie, lo que ha sentado las bases de mi lectura. Me he imaginado a los personajes con el aspecto de los actores y he leído sus pensamientos con sus mismas voces; he imaginado el mercado, las calles, casas y jardines tal y como los vi en la serie. Todo esto ha ayudado a que mi lectura fuera más fácil. Por supuesto, no todo ha sido fiel al libro, así que me fui adaptando a medida que surgían las descripciones.
Aunque en general la historia me gustó, es algo lenta. Como estoy acostumbrada a un ritmo de lectura más rápido, me costó entrar en ella debido a que la protagonista narra sus pensamientos, temores y tareas diarias sin que ocurra mucho más; casi todo el libro son sus pensamientos y hay pocos diálogos. He notado que, a la hora de describir, la autora emplea muchas metáforas y acaba divagando y yéndose por las ramas. Además, el libro sólo nos muestra lo que percibe una criada en particular. En cambio, la serie va más allá. Creo que este es uno de los raros casos donde la adaptación es mejor que el libro.
El final del libro es MUY cortado, tanto que se te queda cara de idiota. Es en el epílogo donde se encuentran la gran mayoría de respuestas a las preguntas que se hace el lector desde el principio de la lectura, destacando: ¿qué ha ocurrido en el mundo para llegar a esto?
Esta distopía es la máxima pesadilla de toda feminista. Un retrato horrendo de una sociedad futurista que perfectamente podría suceder. Atwood pinta lentamente, pensamiento a pensamiento, un retrato de opresión e injusticia sofocantes, incluso llegando a ser poderosamente aterrador. Este libro debería servir como un toque de atención para seguir defendiendo los derechos de las mujeres a mantener el control sobre nuestros propios cuerpos y vidas ahora y siempre.
Saludos ;)
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