- Autor: Gustave Flaubert
- ISBN: 978-84-9764-6925
- Edimat Libros
- Año: 2007
- 412 págs.
- Precio: 3.95€
Madame Bovary, tal y como aparece en la novela, no es más que el prototipo de una mujer de provincias que se casa con un médico, y que, desde muy joven, se ve atravesada por una cotidianidad mezquina y rústica. Emma Rouault es un personaje utilizado por Flaubert para cuestionar y poner en evidencia las costumbres y la moral burguesa. Esta obra, que pasó en efecto ante sus contemporáneos como responsable de herir la moral pública y religiosa, hoy nos llega como fundadora e iniciadora de la modernidad literaria.
El hecho de que el libro comenzara con la niñez del señor Bovary hizo que olvidara que, en realidad, la protagonista es su mujer. Emma Bovary es una joven que, como casi todos en aquella época, se casó sin conocer realmente a su marido y, mucho más importante, sin conocerse a sí misma. Pronto se da cuenta de que le hastía la tranquilidad del campo y será en una fiesta de la alta sociedad donde descubra un mundo en el que le gustaría quedarse para siempre: lujo, buenos manjares, música de baile y compañía divertida. En resumen, lo contrario de la vida que le ofrece su marido.
En la primera parte del libro somos testigos del desencanto de Madame Bovary y su progresiva amargura. Para poner remedio a esta situación, su marido decide trasladarse a otra localidad y cambiar de aires. Sin embargo, en esta segunda parte, Emma encontrará la misma infelicidad. Ni siquiera siendo madre logra encontrar dicha en su vida. Por más que lo intente, Emma es una mujer insatisfecha consigo misma y con el mundo en general. A esta tragedia se suma la preocupación de su marido, que no logra comprender qué ocurre y sufre por no poder hacerla feliz.
No conecté con Emma porque me pareció una mujer egoísta que sólo se centra en el "yo quiero". Es fácil quejarse de la vida que nos ha tocado, en lugar de coger esas cartas y tratar de jugarlas lo mejor posible. A mí también me encantaría vivir en un casoplón, sin tener que pegar palo al agua ni preocuparme por mi sustento, pudiendo dedicar mi tiempo a mis aficiones, viajar y conocer mundo... En cierta forma todos estamos insatisfechos con nuestras vidas, pero eso no nos da derecho a amargar a los demás. Y eso es lo que me fastidiaba de ella, que sólo pensaba en sí misma.
Aproximadamente el 80% del libro es descriptivo. Apenas hay diálogos y muchas veces éstos están dentro de una descripción. Como es lógico, para poder ofrecer tantísimas descripciones, es imposible no divagar. Con esto quiero decir que el ritmo es lento, denso y pesado. Se me hizo cuesta arriba casi desde el principio.
Saludos ;)
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