- Autor: Holly Black & Tony DiTerlizzi
- Ediciones B
- Año: 2009
- Títulos de la trilogía:
- El canto de la ondina
- Un problema gigante
- El rey de los dragones
¿Crees que en Florida hay mucha diversión? Todo iba bastante bien hasta que apareció mi hermanastra, y no llegó sola. Trajo consigo un enorme libro sobre seres fantásticos, diciendo que existían de verdad. ¡Es ridículo! Le dije que todo eso era mentira. Pero no podía estar más equivocado... ahora me veo rodeado de seres fantásticos. ¡Están por todas partes!
La primera novedad que encontramos nada más empezar, es que la edad de los protagonistas pasa de 9 a 12 años. También se nota una gran mejoría en los dibujos. Tienen más detalles y están mejor perfilados, además son más numerosos.
El primer libro es demasiado introductorio y no sucede nada especial, se limitan a presentar algunas criaturas como las ondinas y los gigantes. Me decepcionó muchísimo y me pareció innecesario porque no aportaba nada nuevo y carecía de esa magia que sí tenía la anterior saga, tal vez porque los cuentos de hadas resultan más especiales cuando están protagonizados por niños y no por adolescentes cabreados sin motivo alguno.
Al principio el protagonista es desagradable (como buen adolescente que es), así que tenía mis esperanzas puestas en la chica, la única que parecía que podía aportar algo interesante. Sin embargo, ambos personajes son planos, con muy poca personalidad y tienen cambios de ánimo demasiado bruscos y sin sentido. Es aburrido que retraten siempre a los adolescentes como si fueran bipolares. También aparecen los protagonistas de la primera saga, aunque al principio no aportan demasiado a la historia, (de hecho, son irritantes) Además, resulta un poco extraño que los propios autores hagan un cameo en el libro. Es un recurso que se utiliza pocas veces porque suele quedar raro, y este caso no es una excepción.
Llegué a replantearme si debía seguir leyendo la trilogía, pero ya que tenía los libros, no quería dejar la historia sin acabar. Menos mal que no tiré la toalla porque el segundo libro nos presenta una trama interesante con bastantes escenas de acción. ¡Por fin se recupera la magia de Spiderwick!
Los protagonistas logran dejar a un lado sus diferencias, cogen soltura y se muestran más maduros. Aunque en varias ocasiones meten la pata debido a la inexperiencia, y eso provoca que las cosas se tuerzan de manera muy alarmante. Aún así, consiguen hacer un buen equipo y superar un obstáculo tras otro de forma muy creativa.
El primer libro es demasiado introductorio y no sucede nada especial, se limitan a presentar algunas criaturas como las ondinas y los gigantes. Me decepcionó muchísimo y me pareció innecesario porque no aportaba nada nuevo y carecía de esa magia que sí tenía la anterior saga, tal vez porque los cuentos de hadas resultan más especiales cuando están protagonizados por niños y no por adolescentes cabreados sin motivo alguno.
Al principio el protagonista es desagradable (como buen adolescente que es), así que tenía mis esperanzas puestas en la chica, la única que parecía que podía aportar algo interesante. Sin embargo, ambos personajes son planos, con muy poca personalidad y tienen cambios de ánimo demasiado bruscos y sin sentido. Es aburrido que retraten siempre a los adolescentes como si fueran bipolares. También aparecen los protagonistas de la primera saga, aunque al principio no aportan demasiado a la historia, (de hecho, son irritantes) Además, resulta un poco extraño que los propios autores hagan un cameo en el libro. Es un recurso que se utiliza pocas veces porque suele quedar raro, y este caso no es una excepción.
Llegué a replantearme si debía seguir leyendo la trilogía, pero ya que tenía los libros, no quería dejar la historia sin acabar. Menos mal que no tiré la toalla porque el segundo libro nos presenta una trama interesante con bastantes escenas de acción. ¡Por fin se recupera la magia de Spiderwick!
Los protagonistas logran dejar a un lado sus diferencias, cogen soltura y se muestran más maduros. Aunque en varias ocasiones meten la pata debido a la inexperiencia, y eso provoca que las cosas se tuerzan de manera muy alarmante. Aún así, consiguen hacer un buen equipo y superar un obstáculo tras otro de forma muy creativa.
Saludos ;)
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