Año: 2017
Duración: 119 minutos.
País: USA
Productora: Bull Productions / Fox Searchlight
Director: Guillermo del Toro
Guión: Guillermo del Toro, Vanessa Taylor
Género: Fantasía, Romance, Drama
Durante la Guerra Fría, la solitaria vida de Elisa cambia por completo cuando descubre un experimento secreto en el inquietante laboratorio de alta seguridad donde trabaja como limpiadora: un hombre anfibio. Poco a poco, ambos se irán conociendo hasta enamorarse. Sin embargo, el mundo exterior resultará mucho más peligroso para el hombre anfibio de lo que Elisa habría maginado.
Trailer
Antes de ponernos con la película, es necesario nombrar a Guillermo del Toro, célebre director por su trayectoria con películas de fantasía y suspense. Aunque La forma del agua es romántica, género con el que no suelo llevarme bien, al tratarse del último trabajo de este hombre no dudé en darle mi voto de confianza.
Fui a verla con mi madre y, mientras a mí me gustó mucho, ella podría haber prescindido de esta película. No es la primera vez que ocurre. Me he dado cuenta de que todo depende de la actitud del espectador. Si ves la película estando disperso o "desde fuera", sin llegar a implicarte, te resultará una historia extraña, en cambio, si haces el esfuerzo de prestar atención, estoy segura de que la relación entre Elisa y "Abe" te cautivará.
Otra prueba de esto la encontré en el mismo cine. Junto a mí había una parejita que no dejaron de reírse a lo largo de toda la película, ese tipo de risita de los niños cuando alguien dice "pedo, caca, teta, pis". Estuve tentada de pedirles que me explicaran el chiste, aunque creo que, al ser adolescentes, encontraban muy divertidas las escenas eróticas. En fin, como se suele decir, "no se hizo la miel para la boca del asno."
Nos trasladamos a los años 60, época de la Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia. Un periodo de odio y tensión donde no hay tolerancia y mucho menos para afroamericanos, homosexuales o todo aquel diferente a lo que la sociedad dicta como "normal". Guillermo del Toro, con una trama sencilla, original y tierna, logra llevar el romanticismo a otro nivel. Nos trae un amor que rompe las normas de lo establecido gracias a su ternura y pureza, creando una conexión muy poderosa. No se trata de que te creas o no su amor, sino de que comprendas y sientas la intensa química que ambos comparten debido a su soledad.
Cuenta con un apartado visual excelente, tanto la fotografía como los detalles de la decoración de los apartamentos o cada objeto que vemos en la rutina diaria de Elisa.
Magnífica banda sonora así como el sonido de la criatura, una mezcla entre ballena y delfín. Sin embargo, el momento musical cerca del final fue lo único que me sacó de la película porque me pareció una escena innecesaria.
Unas buenas interpretaciones. Me he quedado perpleja con Sally Hawkins, quién consigue trasmitir desde cariño hasta furia sin necesidad de palabras. Una vez más, Doug Jones hace el papel de anfibio, ya lo vimos como Abe Sapien en Hellboy e incluso me atrevo a decir que aprovecharon el mismo traje y lo adaptaron para esta película. Un monstruo precioso gracias a un maquillaje excelente.
Ambos ayudados por unos secundarios magníficos, entre ellos, Octavia Spencer y Richard Jenkins.
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