Todos aspiramos a ser como alguien. Todos contamos con un ídolo.
Puede ser real o ficticio, lo malo de estos últimos es que solemos idealizarlos: son las personas perfectas que nos gustaría ser, pero imitarlas resulta una tarea ardua y prácticamente imposible.
Mi musa era una mujer joven, muy sabia para su edad, y guapa, pero tampoco en exceso. Aun así nunca reparaba en sí misma ni en el efecto que causaba su presencia en los demás.
Siempre me acompañaba. La veía en cada libro que abría, como una invitada invisible en mis lecturas. Y era la protagonista de mis historias y fantasías, o ayudaba a los personajes que yo creaba. Cuidaba de ellos, les aconsejaba y guiaba. Siempre reservaba un hueco para ella en mis escritos.
Vivía para ayudar a la gente. Toda ella se volcaba cuando alguien le pedía un favor, un consejo, un abrazo o un silencio. Sus silencios eran muy importantes, significaban que te escuchaba con toda su atención, sólo existías tú y tus palabras; estaba enteramente a tu disposición. Era tuya.
Sin embargo, a pesar de la amabilidad y educación con la que trataba a la gente, la mayoría de las personas eran mezquinos y crueles con ella. Se burlaban de su generosidad y sus buenas intenciones.
La hirieron y humillaron. Jamás le dedicaron una palabra de aliento o un gesto cálido. Era mas fácil y divertido ridiculizarla, o simplemente ignorarla hasta el momento de utilizar su ayuda, la cual nunca les negaba por muy mal que la trataran.
Entonces empezó a cambiar. Se dio cuenta de que estaba sola y debía cuidar de sí misma; nadie lo haría por ella.
Siguió ayudando a la gente, pero a cambio pedía favores o información. Si no lo obtenía, su ayuda resultaba incompleta o errónea.
Descubrió que le divertía confundir y jugar con la gente. Empezó a mentir. Primero eran cosas pequeñas y sin demasiada importancia. Le gustaba que la gente la creyera a pies juntillas, aún cuando nada de lo dicho fuera verdad. Ahí descubrió el poder que le otorgaba haber sido tan buena años antes: todo el mundo confiaba en su palabra y nadie se molestaba en comprobarlo.
Siempre fue muy observadora. Era capaz de saber cosas sólo con mirar a su alrededor, pero únicamente lo hacía como entretenimiento; no utilizaba lo aprendido. Pero cuando empezó a cambiar, aplicó sus análisis a los demás, utilizando su influencia en beneficio propio.
Tuvo la suerte de dar con personas faltas de picardía, ingenuas y ciegas como un recién nacido. Y también dio con individuos mucho peores, auténticos maestros de la manipulación que era mejor mantener lejos de ella.
Sin embargo, nunca hacía cosas malas, no era malvada, pero sí consciente de su poder. Si hubiera querido aprovecharse de los demás lo podría haber hecho, pero no quiso.
De repente un día desapareció.
Así de simple, sin dejar rastro. No volví a verla en mis libros ni mis historias.
Dejé de escribir. Mi sueño de convertirme en escritora se esfumó con ella.
Se marchó llevándose consigo la inocencia, la alegría y la ilusión por la vida. Dejándome un poso de amargura y abandono que alimenté con lo último que me había enseñado: a mentir, manipular y mirar por mi bien.
Así nació la bestia y sus múltiples facetas.
Se escapó mi inspiración, mi musa, mi guía. La perdí mucho antes de que desapareciera. Cuando empezó a cambiar, dejó de ser un buen ejemplo a seguir.
Desde entonces estoy perdida sin ella y de eso ya hace mucho tiempo.
Me he perdido a mí misma. Y lo único que quiero es encontrarla y no volver a desviarme del camino jamás.
Se que continúa aquí, en algún recoveco de mi corazón. He visto su sombra en un par de ocasiones, he oído su eco en la lejanía. Es ella, tal como la concebí hace tantos años: buena y generosa, cuya máxima preocupación era ayudar a los demás.
Quiero recuperarla. Y lo conseguiré, cueste lo que cueste.
3 comentarios:
¡Un final perfecto! Gracias por compartir esta hermosa historia :)
hermoso
tengo 5 sorteos activos.
http://losviajesysibaritismosdeauroraboreal.blogspot.com.es/2012/12/tucasaclubcom-y-sorteo.html
No ha terminado, aún falta el epílogo. ¿Qué creéis que ocurrirá con la bestia?
Saludos ;)
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