Cincuenta sombras de Grey

• Autor: E.L. James
• ISBN: 978-84-2534-8839
• Editorial Grijalbo
• Año: 2012
• 542 págs.
• Cincuenta Sombras #1
• Precio: 17.90€

Cuando la estudiante de literatura, Anastasia Steele, recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y muy intimidante. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarse, pero pronto comprende cuánto le desea.

Cuando la pareja inicia una apasionada relación, Ana se sorprende por las peculiaridades eróticas de Grey, al mismo tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos.

Las novelas romantico-eróticas no son mi fuerte, debo reconocerlo. Sólo quería leer este libro para comprobar si era tan bueno como aseguraban, o era "mucho ruido y pocas nueces". En mi caso, ha sido lo segundo.

En primer lugar el estilo de la autora deja mucho que desear, las descripciones son completamente superficiales y no profundiza en nada: ni personas, paisajes, emociones ni sentimientos; todo muy light, lo cual me hacía fruncir el ceño a medida que pasaba las páginas. Algunas dirán que así es más rápido y fácil terminar el libro. De acuerdo, si no os importa no poder imaginaros a los personajes por falta de detalles, estupendo...

Por suerte, yo he leído el libro imaginándome como Christian Grey al guapísimo actor/modelo Matt Bomer (quien es favorito para protagonizar la película de Cincuenta sombras de Grey; lástima que sea de la acera de enfrente) Escuchaba su voz, veía sus gestos, la sonrisa y la forma de mirar que caracterizan al actor. Y, no vamos a negarlo, el tío está CAÑÓN.

Por otro lado, no me gusta Anastasia. Es una chica que se muerde el labio hasta la saciedad y tiene una "diosa interior" que aparece página tras página. Se pasa todo el libro colorada y nerviosa, como si hubiera roto una vajilla de porcelana y fueran a acusarla en cualquier momento. No hace más que tartamudear y temblar, ¡ni que tuviera parkinson! En ocasiones parece bipolar: pasa de estar alegre a enfurruñada en cuestión de segundos; en este aspecto Grey coincide con ella.
Y menos mal que es una chica, y puede disimular fácilmente sus ensoñaciones eróticas, que si fuera un hombre se pasaría todo el día con una erección de caballo...

Ahora, analicemos un poco la historia. La trama es bastante sencilla: todo gira en torno al contrato establecido entre Grey y Ana. Estoy segura de que realmente habrá personas que practican sexo bajo contrato, no lo dudo, pero jamás había leído nada al respecto y por eso me pareció una idea muy original.
Peeeero, siempre tiene que aparecer un pero, he visto mucha similitud con Crepúsculo (¿WTF?) Sí, ya me lo habían advertido y de hecho la autora admitió que se había inspirado en ese libro. Y en los primeros capítulos, Christian reproduce frases de la vampírica saga, un ejemplo bastante claro es cuando Grey comenta que Ana tiene algo fascinante que le atrae y no puede evitar estar junto a ella, algo adictivo que despierta todos sus deseos... Tremendamente parecido, ¿verdad?

Hay muchos detalles que no me cuadran y la autora los utiliza sin mantener cierta lógica. Por ejemplo, Ana tiene experiencia cero con el sexo y, sin embargo, logra hacer su primera felación con total perfección; lo siento mucho pero NO me lo creo.
En otra ocasión, Grey tapa los ojos a Ana para que no vea nada, y de repente ella dice que Christian está muy guapo y tiene una mirada salvaje. ¿Cómo lo sabe? ¿Cuándo se quita lo que tenía puesto en la cara? Tuve que releer para darme cuenta de que no lo hace en ningún momento, simplemente hay un lapsus en la escena. A la autora se le olvida lo que escribe y no cuida estos detalles.
¿Y qué me decís de Wanda, el escarabajo de Ana? En un momento es azul marino y al siguiente azul claro. ¿En qué quedamos? Y como ésta, muchas otras...

El libro es muy repetitivo. Mi madre y yo tenemos la coña de ver cuáles son las palabras o frases que más aparecen durante todo el libro, y el ranking ha quedado así:

• Su pelo olía a limpio, gel y a Christian: 7
• Vestía camisa blanca y vaqueros: 9
• Uau: 42
• La diosa que llevo dentro: 57

Puede sonar paranoico, pero cuando un libro realmente me engancha puedo oír cómo me llama desde la mesita de noche, incitándome a que lo abra y continúe leyendo. Sin embargo, Cincuenta sombras no lo ha conseguido; el libro ha permanecido mudo, aprisionado bajo otros que lograron imponerse y que devoré antes que él. 
La trilogía no permanecerá más tiempo en mi estantería. Los libros románticos no son para mí porque, por extraño que parezca, me ponen melancólica. Mientras los personajes se están dando besitos, yo me acuerdo de mi novio y no puedo evitar echarle de menos. Por eso no disfruto con este tipo de libros.

Saludos ;)