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martes, 26 de marzo de 2013

Los cien mil reinos



  • Autor: N.K. Jemisin
  • ISBN: 978-84-4507-8068
  • Editorial Minotauro
  • Año: 2011
  • 346 págs.
  • Sucesión #1
  • Precio: 18€



Yeine de Darr es una exiliada del bárbaro norte. Pero al morir su madre en extrañas circunstancias, es convocada a la majestuosa ciudad del Cielo. Allí, para su asombro, descubre que es una de las posibles herederas al trono. Pero la corona de los Cien Mil Reinos no es un premio fácil de conseguir y Yeine se ve implicada en una cruenta lucha por el poder.

«Mi nombre es Yeine, y aunque tan sólo tengo diecinueve años, soy la baronesa de Darr. Hoy he sido llamada a palacio por Dekarta Arameri, que es mi abuelo y también el monarca de los Cien Mil Reinos, protegido y designado por el propio Padre Celestial, nuestro Dios. Una vez hubo tres Dioses, pero dos de ellos murieron, o eso es lo que nos dijeron. Se dice que los descendientes de Darr llevan en su sangre un secreto que se remonta a aquella lejana época en que los tres dioses caminaban entre los mortales. Quizá mi abuelo me haya llamado para tenerme a su lado como capricho, o quizá quiera presentarme en la corte real para unirme en matrimonio de conveniencia. Quizá quiera revelarme ese secreto de sangre, aunque me temo que saberlo, según los libros sagrados, equivale a estar muerto.»



Los cien mil reinos es la primera entrega de una trilogía fantástica con secretos, intrigas políticas, luchas de poder y romance; todo muy prometedor, desde luego. Sin embargo, a medida que avanzas en la lectura, te das cuenta que ese velo de misterio que lo hace tan atractivo no es más que una cortina de humo; ese esplendor que prometía el título le queda demasiado grande al libro, y admito que mis expectativas eran demasiado elevadas cuando lo empecé.

Al acabarlo, me quedó un regusto agridulce. Por un lado me pareció muy original el tema de usar a "dioses" como armas, esclavos o juguetes para divertirse, pero la complejidad de la historia y la excesiva política (un tema que me aburre soberanamente) hicieron que perdiera el interés a mitad del libro.

Uno de los problemas es que la acción se reduce entre las cuatro paredes de un palacio que, por muy majestuoso y laberíntico que se quiera describir, se queda pequeño para el lector y trasmite una sensación de claustrofobia. 
También ha habido momentos de la trama que no entendía (un detalle que me fastidia bastante) No me refiero sólo a los confusos recuerdos y a los tartamudeos de la protagonista a la hora de narrar la historia, sino a  las explicaciones enrevesadas de la autora, que para ella serán muy simples, pero a mí me dejaban totalmente desconcertada. 
Y de los personajes no hay mucho que decir, salvo que todos parecen simples bocetos y no llegas a simpatizar con ellos; sólo el dios de la noche y su niño fueron los únicos que me gustaron.

Dicen que el segundo libro está narrado por otro personaje diferente y que está mejor, incluso que se pueden leer de manera independiente. Pero sólo puedo decir que Yeine y sus problemas celestiales no han sido suficientes para mantenerme pegadas a sus páginas; otro libro que no echaré de menos...

Saludos ;)

3 comentarios:

Monicab dijo...

valla yo le tenia bastantes ganas pero como que ahora se me quitaron un poco. Igual a mi probablemente me guste porque me gusta la politica y los libros que son como de literatura epica y asi me encantan (y la portada es preciosa lo cual siempre es un aliciente XD)

Uka dijo...

No me he atrevido a leer tu reseña. Lo tengo pendiente de terminar y me está costando un poco... a ver cómo se me da. ¡Un besito y gracias por la reseña!

Alice dijo...

Jue, la verdad es que te lo pintan bien...

No es la primera reseña que leo de esta novela que la pone asi,
asi que dudo que me atreva a leerlo
un besito y gracias