Título original: Le fabuleux destin d'Amélie Poulain
Año: 2001
Duración: 120 minutos.
País: Francia
Productora: Claudie Ossard / UGC
Director: Jean-Pierre Jeunet
Guión: Guillaume Laurant, Jean-Pierre Jeunet
Género: Comedia, Drama
Amelie no es una chica como las demás. Ha visto a su pez de colores deslizarse hacia las alcantarillas municipales, a su madre morir en la plaza de Nôtre-Dame y a su padre dedicar todo su afecto a un gnomo de jardín. A los veintidós años, Amelie descubre su objetivo en la vida: mejorar la vida de los demás. A partir de entonces, inventa toda clase de estrategias para intervenir en los asuntos de su portera, que se pasa los días bebiendo vino de Oporto; Georgette, una estanquera hipocondríaca, o "el hombre de cristal", un vecino que sólo ve el mundo a través de la reproducción de un cuadro de Renoir.
Trailer
Antes de empezar la película miré cuánto tiempo duraba y, al ver que eran dos horas, resoplé porque tenía serias dudas de que pudiera mantener mi interés. Confesaré que, cuando era pequeña y veía esa extraña expresión en la cara de Amelie, creía que se trataba de la historia de una psicópata. Y quizá no iba desencaminada.
De todas formas, Amelie resulta una película encantadora desde el primer minuto: la delicadeza al contar la historia de su familia y del pequeño barrio francés, esos tonos rojos y verdes tan característicos del film... Esconde escenas de gran belleza, como el paseo con el hombre ciego (aquellos que la hayan visto, sabrán a cuál me refiero), y es capaz de cautivar al espectador en el pequeño mundo fantástico que describe, con esos toques absurdos que te hacen sonreír... Aunque quizá el humor negro puede desconcertar a algún espectador.
Es puramente francesa, se percibe y se siente; no es necesario que nadie te lo diga. Francia siempre ha dado un toque diferente a su cine que lo hace único y muy delicado. La música es maravillosa, es la verdadera responsable de trasportar al espectador a otro mundo. Capaz de hacer que te entren ganas de llorar o reír.
De todas formas, Amelie resulta una película encantadora desde el primer minuto: la delicadeza al contar la historia de su familia y del pequeño barrio francés, esos tonos rojos y verdes tan característicos del film... Esconde escenas de gran belleza, como el paseo con el hombre ciego (aquellos que la hayan visto, sabrán a cuál me refiero), y es capaz de cautivar al espectador en el pequeño mundo fantástico que describe, con esos toques absurdos que te hacen sonreír... Aunque quizá el humor negro puede desconcertar a algún espectador.
Es puramente francesa, se percibe y se siente; no es necesario que nadie te lo diga. Francia siempre ha dado un toque diferente a su cine que lo hace único y muy delicado. La música es maravillosa, es la verdadera responsable de trasportar al espectador a otro mundo. Capaz de hacer que te entren ganas de llorar o reír.
El papel de Audrey Tautou es genial. A mi parecer, enseña otra forma de ver la vida, una más divertida y mágica, nos enseña a sonreír con los pequeños placeres de la vida. Logra que seamos conscientes de la cantidad de veces que desaprovechamos una oportunidad de ser felices debido a la vergüenza o la pereza.
¿Me ha gustado? Sí, su magia me recordó mucho a la que sentí al ver La forma del agua. He disfrutado porque es una película diferente que te hace reflexionar y emocionarte. Lo malo es que no tiene demasiado fondo, no es una película que cambie vidas.
A pesar de todo, la recomiendo. Mucha gente no la quiere ver porque piensa que está sobrevalorada, pero realmente considero que es una película para mentes imaginativas, abiertas y fantasiosas. Son tiempos difíciles para los soñadores.
Saludos ;)
Saludos ;)
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