Hay momentos en los que desearías gritarle al mundo entero que se equivoca... pero por desgracia no siempre se puede. Ayer viví una de esas incómodas situaciones y necesito escribirlo para sacarlo del cuerpo; librarme del malestar y la rabia.
Por eso voy a estrenar una nueva sección: Sufrido y escrito.
Prejuicios
Nada más presentarnos, odio que la gente te juzgue por tu aspecto o tu comportamiento. No te conocen y tampoco hacen el esfuerzo por conocerte, pero ya tienen una idea preconcebida de ti que, prácticamente en todas las ocasiones, dista muchísimo de la realidad.
Ayer, sin ir más lejos, mi... ¿suegro? (no, no debería llamarlo así), el padre de mi novio (eso está mejor), me ha colgado el cartel de pija. ¿Por qué? No tengo la menor idea...
En realidad no me molesta que me consideren una pija (antes eso que choni/pokera, por ejemplo), pero odio que te traten de una manera u otra dependiendo de la etiqueta que lleves pegada a la espalda.
Soy una chica muy tímida, tanto que a veces me convierto en introvertida; me da un palo impresionante conocer gente nueva. De ahí que sea muuuuuy calladita, me limite a sonreír y asentir cuando estoy con gente y hablo con la mayor educación del mundo.
Pues bien, por ser así resulta que soy pija. ¿Sentido? No le veo ninguno... Y, como él, muchísimas personas dan por hecho que soy algo, pero en realidad no.
Me da rabia que crean que en cuanto abro la boca, consigo lo que quiero (¡ojalá!), que sobrevivo a base de caviar (ni siquiera lo he probado, ni tengo intención), me baño en dinero u oro y disparates por el estilo. Resultan increíbles las cosas que llega a decir la gente sin conocer en absoluto a otra persona.
Pues bien, por ser así resulta que soy pija. ¿Sentido? No le veo ninguno... Y, como él, muchísimas personas dan por hecho que soy algo, pero en realidad no.
Me da rabia que crean que en cuanto abro la boca, consigo lo que quiero (¡ojalá!), que sobrevivo a base de caviar (ni siquiera lo he probado, ni tengo intención), me baño en dinero u oro y disparates por el estilo. Resultan increíbles las cosas que llega a decir la gente sin conocer en absoluto a otra persona.
Y cuando se trata del aspecto físico, ¡ya ni hablamos! Podría escribir un ensayo sobre este tema y me quedaría corta.
Eso no significa que yo me libre de los prejuicios, por desgracia también caigo en esa trampa. Pero siempre procuro no encasillar a las personas, sobretodo si no las conozco. Intento aplicarme mi propio cuento. ¿Y vosotros? ¿Qué pensáis?
Saludos ;)
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