- Autor: Gennifer Albin
- ISBN: 978-607-11-3343-4
- Editorial Alfaguara
- Año: 2014
- 462 págs.
- Las tejedoras de destinos #2
- Precio: 14.90€
Vida. Opciones. Elección... El Gremio se lo arrebató todo. Entre las exuberantes ruinas del planeta Tierra, Adelice está a punto de descubrir lo peligrosa que puede llegar a ser la libertad. La persiguen las fuerzas de Cormac, pero Adelice ha encontrado un mundo que está lejos de ser desierto. Es sencillo hallar aliados en el
¡¡Ha llegado mi tesoro directamente desde México!! La edición de Entre dos mundos en España es feaaaa, así que he comprado la de México porque es preciosa y tiene el mismo diseño que el primer libro, con sus colores brillantes y metálicos. Todo se lo debo a mi compañera de clase, que me lo trajo desde allí. ¡Graciaaas!
El libro comienza exactamente en el punto donde terminó Las tejedoras de destinos. Adelice cae en los restos de la Tierra, un lugar devastado y oscuro donde los habitantes sobreviven a duras penas (nada que ver con el futurista y luminoso Arras) Lo malo de esperar tanto para leer la continuación, es que se me habían olvidado los detalles y casi ni recordaba el aspecto de los personajes. De ahí que los primeros capítulos se me hicieran un poco caóticos y pesados, pero a partir de las 100 páginas la trama empieza a ponerse interesante, se resuelven algunos misterios y surgen varias sorpresas que nos animan a seguir leyendo.
Entre dos mundos está repleto de acción y muchas revelaciones: cómo surgió Arras y quién fue el científico que lo creó, qué ha pasado en la Tierra o cómo aparecieron las tejedoras... Descubriremos nuevos personajes que juegan un papel fundamental en la vida de Adelice (Dante, Kincaid o Jax) y otros que creíamos desaparecidos vuelven a escena para enredar aún más las cosas. Sin embargo, estas subtramas en lugar de enriquecer mi lectura, supusieron un estorbo porque alejaban a Adelace del hilo principal: rescatar a su hermana.
Como ya he comentado, en este libro nos explican la formación de Arras, la cual me pareció un tanto extraña. Spoiler: Daba por hecho que nació tras una posible tercera guerra mundial (es lo habitual en las distopías) pero lo cierto es que su creación se remonta a la época de los nazis y me dejó completamente descolocada. Me parece raro que la autora haya cogido la historia de la humanidad para cambiarla según sus caprichos. Fin.
El estilo de la autora destaca por elaborar cada descripción con los detalles necesarios, pero sin sobrecargar la lectura para que sea fácil, ágil y fluida. Además, los capítulos cortos ayudan a leer más deprisa. De nuevo, a pesar de los elementos fantásticos que contiene este libro, también muestra varias situaciones donde me he sentido totalmente identificada, como cuando rompen el corazón a Adelice: su apatía y falta de apetito, la sensación de vacío y frío interior... Me gusta cuando un libro me hace sentir y recordar emociones que he experimento, lo hace más real. Por último, se nota que mi libro viene de México, algunas palabrillas llaman la atención porque en España no se usan, o los tiempos verbales son diferentes a los que normalmente utilizamos aquí. Por lo demás, este libro no tiene nada especial en cuanto a la traducción.
El libro comienza exactamente en el punto donde terminó Las tejedoras de destinos. Adelice cae en los restos de la Tierra, un lugar devastado y oscuro donde los habitantes sobreviven a duras penas (nada que ver con el futurista y luminoso Arras) Lo malo de esperar tanto para leer la continuación, es que se me habían olvidado los detalles y casi ni recordaba el aspecto de los personajes. De ahí que los primeros capítulos se me hicieran un poco caóticos y pesados, pero a partir de las 100 páginas la trama empieza a ponerse interesante, se resuelven algunos misterios y surgen varias sorpresas que nos animan a seguir leyendo.
Entre dos mundos está repleto de acción y muchas revelaciones: cómo surgió Arras y quién fue el científico que lo creó, qué ha pasado en la Tierra o cómo aparecieron las tejedoras... Descubriremos nuevos personajes que juegan un papel fundamental en la vida de Adelice (Dante, Kincaid o Jax) y otros que creíamos desaparecidos vuelven a escena para enredar aún más las cosas. Sin embargo, estas subtramas en lugar de enriquecer mi lectura, supusieron un estorbo porque alejaban a Adelace del hilo principal: rescatar a su hermana.
Como ya he comentado, en este libro nos explican la formación de Arras, la cual me pareció un tanto extraña. Spoiler: Daba por hecho que nació tras una posible tercera guerra mundial (es lo habitual en las distopías) pero lo cierto es que su creación se remonta a la época de los nazis y me dejó completamente descolocada. Me parece raro que la autora haya cogido la historia de la humanidad para cambiarla según sus caprichos. Fin.
El estilo de la autora destaca por elaborar cada descripción con los detalles necesarios, pero sin sobrecargar la lectura para que sea fácil, ágil y fluida. Además, los capítulos cortos ayudan a leer más deprisa. De nuevo, a pesar de los elementos fantásticos que contiene este libro, también muestra varias situaciones donde me he sentido totalmente identificada, como cuando rompen el corazón a Adelice: su apatía y falta de apetito, la sensación de vacío y frío interior... Me gusta cuando un libro me hace sentir y recordar emociones que he experimento, lo hace más real. Por último, se nota que mi libro viene de México, algunas palabrillas llaman la atención porque en España no se usan, o los tiempos verbales son diferentes a los que normalmente utilizamos aquí. Por lo demás, este libro no tiene nada especial en cuanto a la traducción.
En general, Entre dos mundos no me ha entusiasmado, no lo he disfrutado como con la primera parte por culpa del ritmo irregular. Tan pronto los capítulos eran muy interesantes repletos de acción y explicaciones sobre Arras y la Tierra, y de repente la historia se centraba en un triángulo amoroso bastante soso y sin sentido que ralentizaba la lectura. El final es una mezcla de muchas sorpresas, unas son muy interesantes y otras (en mi opinión) sobraban en la historia. El libro se queda totalmente cortado y es inevitable tener ganas de leer el siguiente para saber cómo termina todo este embrollo. Tengo la esperanza de que todo mejorará cuando lea La elección final.
Saludos ;)
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