Frío

• Autor: Laurie Halse Anderson
• ISBN: 978-84-9918-1370
• Roca Editorial
• Año: 2010
• 240 págs.
• Precio: 16€

Lia se repite constantemente que no debe comer. En su vida sólo hay sitio para contar las calorías y hacer ejercicio cuando la han obligado a ingerir una cantidad de alimentos que ella considera demasiado. Siempre. 

Ahora su amiga Cassie, con quien llegó al terrible pacto de convertirse en la más delgada del instituto, ha muerto y la persigue en sus sueños. Se la quiere llevar con ella porque no quiere estar sola al otro lado. 

Lia tiene una oportunidad, puede coger la mano de aquellos que se la ofrecen: sus padres y su hermana pequeña, puede aceptar el consejo de los médicos, pero no será hasta que haya tocado fondo que pueda recobrar la ilusión por una vida que se le escapa de las manos.

La novela no está mal si sabes a lo que te vas a enfrentar: narra una historia donde la anorexia es la protagonista. No os voy a mentir, es una lectura muy oscura, bastante dura, impactante y, a pesar de ser ficticia, muy real.

Nos encontramos ante una chica que no se quiere a sí misma y se castiga negándose a comer. Veremos la lucha día a día de Lia, sus ganas y desganas a la hora de enfrentarse a tan terrible enfermedad.

Empecé a leerlo sin estar demasiado segura, más que nada por el tema que trata, pero me ha sorprendido mucho. El tema de la anorexia está tan bien documentado y tan bien escrito, que se hace corto. 

La autora tiene una forma de narrar que hacía tiempo que no veía. Una escritura delicada, con párrafos llenos de metáforas muy profundas e impactantes por la crudeza que transmiten; el estilo varía del realismo más frío y directo a la poesía en forma de prosa. 

En cuanto a los personajes, a excepción del chico (cuya relevancia es más bien poca), están muy bien perfilados.

El libro tiene algunos detalles curiosos: cuando Lia piensa algo que no debe, aparece tachado; cuando pierde el conocimiento, las dos páginas siguientes están en blanco; y, por supuesto, no puede faltar su manía de saber cuantas calorías tiene lo poco que consume.

En bastantes ocasiones me dejaron alucinada las ocurrencias de la protagonista para evitar que descubrieran su peso, cómo enmascarar su sufrimiento y cómo se empecinaba en que no la ayudasen. Era desgarrador ver que su cuerpo mataba por comer una migaja, pero su cabeza se cerraba en banda y casi proclamaba que comer era pecado. O cómo los padres de Lia estaban dispuestos a hacerle comer a la fuerza con tal de que se recuperara. Tiene que ser horrible ver cómo un ser querido se está muriendo de hambre y no quiere reaccionar.

Si estáis hartos de libros juveniles llenos de adolescentes populares con vidas perfectas y cuya mayor preocupación es ligar con una u otra persona, os aconsejo que le echéis un vistazo a este libro. Siempre y cuando estéis preparados para mirar al otro lado del espejo...

Saludos ;)