El coleccionista de relojes extraordinarios

• Autor: Laura Gallego García
• ISBN: 978-84-6753-0711
• Editorial SM
• Año: 2009
• 258 págs.
• Libro autoconclusivo.
• Precio: 15.50€ (Edición grande)

Jonathan tiene doce horas para encontrar el reloj Deveraux. Es lo único que puede salvar el alma de su madrastra. Pero hay un problema: el reloj está escondido en algún rincón de la Ciudad Antigua, un lugar que se transforma a medida que avanza la noche.

Antes de empezar este libro era consciente de que está enfocado a un público infantil, cuenta con descripciones muy escuetas y poco elaboradas. Los hechos se suceden con demasiada rapidez y en ningún momento logras conectar con los personajes.

El mundo que la autora crea se mantiene en su estilo: lugares muy fantásticos poblados por criaturas y personajes de lo más variopintos, aunque en ningún momento me resultaron interesantes ni sorprendentes. De nuevo ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos...

La trama en un principio es original: relojes con poderes extraordinarios capaces de robarte el alma, aunque luego el desarrollo flojea en cada capítulo. Todo se desarrolla en una sola noche y, por mucho esfuerzo que pusiera, no me creo el cambio del protagonista. Jonathan es un crío de 16 años que se comporta como si tuviera 12 y, a pesar de las numerosas pruebas y engaños que debe superar, siempre se mantiene férreo en sus convicciones y jamás se plantea abandonar la búsqueda de la salvación de su madrastra. Cualquiera en su situación habría tirado la toalla muerto de miedo, pero él no. ¡Esto no hay quien se lo crea! Como tampoco me creo su repentino enamoramiento...

Hubo un detalle que me llamó mucho la atención. En la mayoría de libros juveniles y fantásticos, los padres tienen un papel muy limitado (si es que aparecen) y normalmente son un obstáculo para el protagonista. Aquí es al contrario, el padre de Jonathan es un personaje activo que ayuda en la búsqueda de soluciones (que luego sea útil es harina de otro costal) y en ningún momento intenta impedir que su hijo logre salvar la vida de su esposa.

El libro está narrado de forma muy sencilla, con un vocabulario algo repetitivo y poca naturalidad en los diálogos. Recurre demasiado al cosmos y las estrellas para sus descripciones, con lo cual, parece que todo el rato está hablando de lo mismo y sin variar los adjetivos. Hacia el final la trama se vuelve más elaborada, pero sigue sin ser compleja.

No es de los mejores que he leído de la autora, aunque tampoco de los peores...

Saludos ;)