- Autor: Robert Louis Stevenson
- ISBN: 978-84-7702-5320
- Alianza Valdemar
- Año: 2006
- 237 págs.
- Precio: 14.20€
Localizada en el corazón de un Londres victoriano, la novela es una sucesión de testimonios de varios testigos cuyo fin es desvelar un misterio. Jekyll y Hyde son como una entidad disociada en dos. Hyde es la personalidad demoníaca, monstruosa de Jekyll, al que horrorizan las acciones de su doble maligno, y simboliza el mal que Jekyll se reprime a sí mismo, el cual, una vez liberado, no puede controlar.
La edición se completa con otros cuatro relatos: Janet, la Torcida; El ladrón de cadáveres; Markheim y Olalla.
Aunque esta obra tiene más de 130 años y es mundialmente famosa gracias a sus diferentes versiones en películas y series, no quiero correr el riesgo de hacer algún spoiler. Vivimos en una era donde cualquier persona se ofende en Internet, así que, si no has leído el libro o no tienes ni idea de qué trata la historia, recomiendo no seguir leyendo esta reseña.
Henry Jekyll es un doctor que quiere tener su hueco en la historia de la ciencia gracias a un gran hallazgo. Se trata de un hombre recto que siempre procura obrar bien, pero en realidad también le gustaría experimentar esas cosas que están vetadas a un hombre de su posición, como emborracharse, participar en una pelea, acudir a un prostíbulo, experimentar con drogas... Por esta razón decide buscar la forma de romper la línea divisoria entre la bondad y la maldad del ser humano, de modo que la gente buena no tenga nunca la tentación de obrar mal y que la gente malvada no tenga remordimientos cuando comete algo inmoral.
Tras numerosos intentos fallidos, Jekyll da con una fórmula que al beberla separa ambas personalidades, dejando únicamente una de ellas en su forma más pura. Sin embargo, del experimento no surge ningún ser bondadoso, sino la personificación del mal a quien decide llamar Mr. Hyde. Durante este estado, el doctor es plenamente consciente de lo que ocurre, como un espectador en tercera persona, lo que no impide que disfrute con los actos de Hyde. La libertad para satisfacer sus instintos más básicos es lo que vuelve adicto a Jekyll.
Es interesante la lucha entre la naturaleza buena y mala del hombre. Los capítulos son muy breves, haciendo que el relato parezca aún más corto. Aunque me ha gustado, sé que habría disfrutado mucho más si no hubiera sabido de antemano que Jekyll y Hyde son la misma persona, porque ahí reside la clave del misterio. Sin embargo, sólo con leer la sinopsis del libro ya lo destripan. Eso sí, me ha sorprendido comprobar que nada tienen que ver el Hyde del cine y el de Stevenson. Resulta que Hyde, a diferencia de sus versiones cinematográficas, es un hombre pequeño y pálido, más impulsivo que malvado, con un “no sé qué” que desagrada a todos cuantos se cruzan con él. Además, a diferencia de las películas, en el libro Jekyll no tiene forma de recupera su forma original si Hyde no vuelve a beber la pócima. Esto es importante a lo largo del relato.
Henry Jekyll es un doctor que quiere tener su hueco en la historia de la ciencia gracias a un gran hallazgo. Se trata de un hombre recto que siempre procura obrar bien, pero en realidad también le gustaría experimentar esas cosas que están vetadas a un hombre de su posición, como emborracharse, participar en una pelea, acudir a un prostíbulo, experimentar con drogas... Por esta razón decide buscar la forma de romper la línea divisoria entre la bondad y la maldad del ser humano, de modo que la gente buena no tenga nunca la tentación de obrar mal y que la gente malvada no tenga remordimientos cuando comete algo inmoral.
Tras numerosos intentos fallidos, Jekyll da con una fórmula que al beberla separa ambas personalidades, dejando únicamente una de ellas en su forma más pura. Sin embargo, del experimento no surge ningún ser bondadoso, sino la personificación del mal a quien decide llamar Mr. Hyde. Durante este estado, el doctor es plenamente consciente de lo que ocurre, como un espectador en tercera persona, lo que no impide que disfrute con los actos de Hyde. La libertad para satisfacer sus instintos más básicos es lo que vuelve adicto a Jekyll.
Es interesante la lucha entre la naturaleza buena y mala del hombre. Los capítulos son muy breves, haciendo que el relato parezca aún más corto. Aunque me ha gustado, sé que habría disfrutado mucho más si no hubiera sabido de antemano que Jekyll y Hyde son la misma persona, porque ahí reside la clave del misterio. Sin embargo, sólo con leer la sinopsis del libro ya lo destripan. Eso sí, me ha sorprendido comprobar que nada tienen que ver el Hyde del cine y el de Stevenson. Resulta que Hyde, a diferencia de sus versiones cinematográficas, es un hombre pequeño y pálido, más impulsivo que malvado, con un “no sé qué” que desagrada a todos cuantos se cruzan con él. Además, a diferencia de las películas, en el libro Jekyll no tiene forma de recupera su forma original si Hyde no vuelve a beber la pócima. Esto es importante a lo largo del relato.
Mi edición también incluye otros cuentos del escritor, pero aún no me he puesto con ellos. Si saco algo interesante, actualizaré esta reseña. Recomiendo El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde porque se considera un clásico en el género, junto con Drácula y Frankenstein son tres novelas que hay que leer al menos una vez.
Saludos ;)
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